Un escultor trabajaba en un taller rodeado de niños.
Todos los niños del barrio son sus amigos.
Un buen día la alcaldía le encargó un gran caballo,
para una plaza de la
ciudad.
Un camión trajo al taller el bloque gigante de granito.
El escultor empezó a trabajarlo subido a una escalera,
a golpes de martillo
y cincel.
Los niños lo miraban hacer.
Entonces los niños partieron de vacaciones,
rumbo a las montañas
o el mar.
Cuando regresaron, el escultor les mostró el caballo
terminado.
Y uno de los niños, con los ojos muy abiertos, le preguntó:
Pero… ¿Cómo sabías
que adentro de aquella piedra había un caballo?
(Eduardo Galeano)
!!!!!!FELIZ FIN DE SEMANA !!!!!!
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